Clasificándolas por su origen en el cerebro, las crisis convulsivas se pueden dividir en parciales (focales) o generalizadas.
La mayoría de las crisis convulsivas se pueden clasificar fácilmente entre parciales y generalizadas, pero existen algunas donde es difícil hacer esta distinción.
Es sabido que las crisis originadas en el lóbulo temporal pueden producir experiencias místicas o extásicas en algunas personas.
Desafortunadamente para los pacientes epilépticos, los medicamentos antipsicóticos prescritos sin anticonvulsivantes en estos casos pueden disminuir el umbral convulsivo aún más y empeorar los síntomas.
La epilepsia partialis continua es un tipo raro de crisis motora focalizada (manos y cara) que recurre cada pocos segundos por periodos extendidos de tiempo (días o años).
Generalmente la causa en adultos es una enfermedad cerebrovascular, mientras que en niños se debe a procesos inflamatorios corticales focales (encefalitis de Rasmussen) posiblemente causados por eventos autoinmunes o infecciones virales crónicas.
[4] Esta revisión continúa siendo un proyecto y aún no ha reemplazado a la clasificación de 1981.
[6] Una diferencia significativa entre estos criterios fue la distinción hecha entre crisis simples y parciales.