Sin embargo el manejo de una epilepsia no debería ser retrasado, por lo que operativamente se ha definido status epiléptico como: La mayoría de los pacientes con una crisis epiléptica responden adecuadamente al tratamiento con benzodiacepinas (BZD) y fenitoína.La incidencia en Estados Unidos es de 60-250 mil habitantes por año, siendo esta más frecuente durante la infancia.En niños las causas más comunes son las crisis febriles prolongadas—especialmente en niños menores de 3 años—, las que son consecuencia secundaria a trastornos metabólicos o neurológicos subyacentes y las alteraciones hidro-electrolíticas, y las crisis idiopáticas incluyendo cambios o suspensión en la medicación anticonvulsiva.[5] El status epiléptico es un trastorno más comúnmente visto en persona con epilepsia conocida, en quienes el 50% de los casos por omisión o incumplimiento del tratamiento.Se caracteriza por crisis focales, es decir, en una región del cerebro, repetidas, sin deterioro del nivel de conciencia y con presencia de descargas irritativas focales unilaterales en el EEG o sin expresión en el EEG.Al igual que los status convulsivos también requiere tratamiento agresivo para prevenir daño neuronal.En otros casos se indica la terapia anticonvulsivante mientras tanto se realiza la anamnesis y examen físico orientado a antecedentes de trastornos convulsivos, focalización neurológica, enfermedades médicas (infección, enfermedad hepática o renal), drogadicción o abuso de substancias.Tanto Lorazepam como la asociación entre diazepam y fenitoína han demostrado ser útiles logrando esta primera mejores resultados.Si cede la crisis con la benzodiacepina, se indica la administración de fenitoína para evitar las recurrencias.En este momento la depresión respiratoria es un riesgo altamente factible, por lo que se suele preparar la decisión de una intubación y respiración asistida.Por lo general se indica el ingreso a una unidad de cuidados intensivos y la intubación del paciente.[26] Para el manejo del status epiléptico refractario se utilizan barbitúricos como el fenobarbital, estos medicamentos causan depresión respiratoria, disminución del nivel de conciencia e hipotensión, razón por la cual es necesario intubar y ventilar al paciente, siendo estos fármacos usados generalmente en unidades de cuidados intensivos (UCI).Si no cede la crisis, se indica una segunda dosis con 10 mg/kg durante 15 min hasta un máximo acumulativo de 30-40 mg/kg.Poco después de haber sido introducido en el mercado en el año 1963, el diazepam se convirtió en la primera elección para el manejo del status epilepticus.Aunque otras benzodiacepinas resultan útiles, como el clonazepam, históricamente el diazepam se usó casi exclusivamente para estos pacientes.Se cree que debido a su alta afinidad por los receptores GABA y su baja liposolubilidad le permite permanecer en el compartimento vascular.Debido a que las hidantoínas tardan 15-30 minutos para comenzar su efecto, se suele administrar conjuntamente con una benzodiacepina o barbitúricos.El propofol ha demostrado ser eficaz en las convulsiones en pacientes con estado epiléptico tipo mioclonos, pero desde el 2002, no ha habido casos de pacientes que hayan entrado en un estado epiléptico tipo moclonos, en tratamiento con propofol y que no haya fallecido de todos modos.[37] El uso de lidocaína en estados epilépticos se registró por primera vez en 1955 por Bernhard, Boem y Hojeberg.[22] Una duración superior a 20 minutos supone un riesgo muy elevado de lesiones neurológicas secundarias, (secuelas en un 20-40%).
Tabletas de
lorazepam
, la primera línea de elección en el manejo del
status epilepticus
.
Ampolla de
propofol
, un anestésico general usado en casos refractarios del
status epilepticus
.