Propofol

Desde su descubrimiento en 1977 se han desarrollado varias fórmulas para conseguir diluirlo en agua, ya que es un compuesto hidrofóbico.

La apariencia tradicional es blanca lechosa y las modernas formulaciones son transparentes otorgándole ventajas significativas sobre su predecesor.

Se une in vivo a las proteínas plasmáticas, y es metabolizado en el hígado principalmente.

La acción de estos fármacos anestésicos sobre receptores GABA-A subunidad β3 está relacionada con la inmovilidad.

Entre sus efectos secundarios se pueden listar los siguientes: depresión cardiorrespiratoria, amnesia, mioclonías, dolor en la zona de administración y reacciones alérgicas en individuos sensibles a sus componentes.