[1][2] A menudo tomaba la forma de una figura fálica de bronce o fascinum, un falo mágico-religioso pensado para protegerse del mal de ojo y traer buena fortuna y prosperidad.
El tintinnabulum se colgaba al aire libre en lugares como jardines, pórticos, domus y tabernas romanas, donde el viento las hacía sonar.
[3] Se han encontrado campanillas de mano en diferentes santuarios y otros lugares, lo que indica un uso religioso, como las utilizadas en el templo de Júpiter Tonante.
[4] Se han encontrado colgantes elaboradamente decorados para los tintinnabula etruscos, representando por ejemplo, mujeres cardando lana, hilando o tejiendo.
[5] También eran colgadas las campanillas de los cuellos de los animales domésticos como caballos u ovejas para que fuesen fácilmente localizables, pero tal vez tuviera además, fines apotropaicos.