Hacia el sur tenía frontera que sólo se cerraría cuando alcanzara a contactar con los concejos que se fueran organizando en el recién incorporado reino de Toledo; esos concejos, de este a oeste, serán El Alamín, Escalona y Talavera, al occidente de ese concejo, Ávila seguirá con frontera abierta hacia el territorio musulmán de Trujillo.
En el siglo XII los límites septentrionales del concejo de Ávila eran razonablemente estables, pero los situados al Sur del Sistema Central eran indeterminados.
Se incluían terrenos al este de la confluencia de los ríos Árrago y Alagón y el Gata (ribera de Gata) y al norte del Tajo, excepto el ámbito de Talavera y Escalona, e incluso se llegaban a adentrar al sur del Tajo.
[2] Poco duró esta división, ya que con la fundación de Plasencia en 1186 y la concesión de territorio a la misma en 1189, hizo que el concejo sufriera una severa pérdida de territorio en la trasierra, limitándose los territorios al sur del sistema central al valle del Tiétar y el Campo Arañuelo.
[6] Desde finales del siglo XIII y durante los siglos XIV y XV las comarcas meridionales del Valle del Tiétar y el Campo Arañuelo sufrieron un proceso de «señorialización», independizándose de la Tierra abulense diversas villas en forma de señoríos personales.