Comunidad de villa y tierra de Béjar

Más tarde, el rey Alfonso VIII de Castilla apoyó y dio vigor a estos grandes concejos.

Dos factores contribuyeron a la plusvalía militar de esta Villa: su posición adelantada en una doble frontera y su orografía.

Aquella Béjar nace en un momento histórico en el que los dos reinos se debaten en guerra furiosa.

Además, en la lucha contra el moro, Béjar era la primera plaza fuerte de Transierra.

[6]​ Aunque ya como territorio leonés, a partir del siglo XV continuará con vida propia la Comunidad de Villa y Tierra de Béjar, que prolongará su existencia hasta 1833 en que sea abolida y sus territorios repartidos en tres provincias.

Gente de armas, polvo, sudor y hierro, como el Cid, la guerra era su vida, una vida, tanto personal como comunal, que no tenía línea divisoria entre lo civil y lo castrense.

Al penalizarlas, el fuero pone en evidencia tantas y algunas tan graves lesiones físicas de unos bejaranos contra otros, que, de no estar escritas en castellano antiguo, su sola lectura causaría espanto a la sensibilidad moderna.

No delimita el territorio del Concejo ni enumera los lugares que lo forman.Esta falta de precisión dio lugar a pleitos posteriores con los concejos colindantes, tales como Plasencia, Ávila y Salvatierra.

En su primera rúbrica se dice que el Fuero atañe a todos los que en Béjar moran o son por venir a ella Señala una jerarquización clara entre la "villa" y las "aldeas" o "pueblas" del resto del término.

El fuero convierte a la villa en el centro de todo el concejo, en ella se celebran mercado y ferias.

El concejo administraba los bienes comunales: montes, dehesas, aguas, pastos, etc, de los que se beneficiaban todos los vecinos.

Resuelve cuestiones referentes a la heredad, labranzas, mieses, agua, molinos y regula el derecho de la familia.

La legislación penal impone atroces castigos a los homicidas, ladrones, hechiceros, bígamos o adúlteros.

Con las mujeres se utiliza la prueba del hierro candente para sincerarse de toda sospecha.

El querellante había de probar su parentesco con el muerto, después citaba al homicida ; entonces, o se entendían por dinero, o luchaban.En caso de no presentarse el homicida, podía ser muerto dónde y cómo quiera.

Comunidades de Villa y Tierra.
Comunidad de Villa y Tierra de Béjar
Puerta del Pico de la muralla de Béjar