Es posible que Susato haya mantenido también un negocio de instrumentos musicales e intentó varias veces asociarse con otros editores, sin éxito.
En 1561, su hijo tomó el control de la imprenta, aunque murió en 1564.
También escribió dos libros de canciones a dos y tres voces, específicamente pensados para cantantes jóvenes e inexpertos.
Editó un libro de música para danzas en 1551, "Het derde musyck boexken...alderhande danserye", formado por arreglos simples pero artísticos.
No es sorprendente que parezca haber favorecido a otros compositores flamencos como sujeto de sus publicaciones.