En otros idiomas kephir, kewra, talai, mudu kekiya, matsoun, matsoni, waterkefir, y milkkefir.
Si se embotella, el producto terminado producirá una bebida carbonatada; por ello, puede ser una alternativa a refrescos (sodas) para niños y adultos.
Se cree que fue en el Cáucaso, donde surgió el Kéfir de leche, dada la longevidad de los pueblos que tradicionalmente lo han consumido (Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán).
Posteriormente, se nombró tibicos a los gránulos de este cultivo, conocido también como cabaiasis.
Es preferible usar panela o miel de abeja por su contenido en minerales y vitaminas del grupo B, el azúcar blanca industrial altera el cultivo.
Se agrega además un trozo de fruta cítrica ya sea limón, naranja, mandarina o pomelo, 2 o 3 unidades de frutas secas, ya sean ciruelas, dátiles, orejones, higos, pasas, etc. que aportan nutrientes añadidos (fructosa, minerales) y la microbiótica propia; posteriormente se puede tapar con una tapa, o con un trapo, para permitir que respiren, u optar por un recipiente hermético o semihermético para obtener una bebida gasificada, y se dejan inmóviles durante 48 horas, máximo 3 días.
[8] En Chile, se usa como bebida energética que ayuda a personas con estrés y cansancio extremo.