[2] Durante su juventud entró al servicio de Eduardo IV como palafrenero.
Tanto Thomas como su padre recibieron tierras del nuevo monarca y una pensión anual de 1.000 libras.
Surrey fue condenado por el primer Parlamento del nuevo rey, Enrique VII, desposeído de sus tierras y confinado en la Torre de Londres, donde pasaría los siguientes tres años.
En 1499 fue nuevamente requerida su presencia en la corte, y acompañó al rey en una visita oficial a Francia el año siguiente.
Los escoceses pudieron haber perdido unos 10 000 hombres y el propio rey Jacobo IV murió durante la batalla.
La victoria en Flodden proporcionó al duque gran renombre popular y recompensas reales.
Durante la última década de su vida, Norfolk prosiguió su carrera como cortesano, diplomático y soldado.
Según Head, 'pronunció la sententcia de muerte con lágrimas corriendo por su cara'.
Un bronce monumental, perdido desde hace tiempo que representaba al II duque se encontraba en la Iglesia de Santa María en Lambeth.