Thomas Arundel

Thomas abandonó sin lamentarlo sus estudios en Oxford, que no le proporcionaban ninguna satisfacción.[1]​ Ely constituía una sede tremendamente rica que parecía haber captado el interés de Thomas hasta que la oposición de su hermano a Ricardo II, tanto en Inglaterra como en Francia, le arrastró.Pese a sus inquietudes políticas, que le mantuvieron alejado de York durante largas temporadas, acreditó ser una persona piadosa en la provincia del norte.Además, como demostraría más tarde en Caterbury, se reveló como un administrado de talento.[4]​ Se exilió en Florencia, donde, en 1398, a petición de Ricardo II, el Papa Bonifacio IX le ordenó obispo de Saint Andrews, un cruel destino, ya que Escocia había reconocido durante el Gran Cisma al Papa de Aviñón y contaba ya con un obispo enviado por él, por lo que Thomas Arundel no sería aceptado.Arundel jugó un papel crucial en la usurpación y era, posiblemente, el más interesado en eliminar por completo al rey: si mintió o no a Ricardo II para distraerle de Conway es una cuestión abierta a discusión.Bajo Enrique IV, Arundel sirvió en dos ocasiones como Lord Canciller; en 1399 y de 1407 a 1410.A partir de ahí, las ejecuciones fueron escasas hasta llegar al periodo Tudor.Enrique V, cuyas relaciones con Arundel no eran buenas, instaló en su lugar a Henry Chichele.