Al mismo tiempo, Billy Halleck (Robert John Burke), un abogado obeso con problemas para reducir su sobrepeso que vive con su esposa Heidi (Lucinda Jenney) y su hija Linda (Bethany Joy Lenz) en Nueva Inglaterra, defiende con éxito al jefe del crimen italiano Richie Ginelli (Joe Mantegna), y decide celebrar su triunfo con una buena cena.
Se inicia un juicio en el cual Billy omite la causa de su descuido al conducir, el jefe de policía Duncan Hopley (Daniel von Bargen) comete perjurio y finalmente, el honorable juez Cary Rossington (John Horton) declara a Billy inocente.
Indignado por la injusticia, Lempke maldice a Billy en los escalones del juzgado, tocándole la cara y pronunciando las palabras: "Más delgado".
Al no tener respuesta del patriarca, se dirige a Ginelli, para que use sus métodos violentos para convencerlo.
En una carrera desesperada contra el tiempo, Billy va adelgazando cada vez más hasta tal punto de ver cercana su propia muerte.