La obra se basa en el carácter díscolo y malhumorado de Catalina Minola, mujer que ahuyenta, no pocas veces, a golpes, a cuantos pretendientes se interesan por ella ante su padre.
Al final Petruchio anuncia su boda para dentro de una semana y abandona Padua por motivos personales.
Catalina llega a su nueva casa agotada del viaje mientras Petruchio la sigue tratando con muchísima ironía.
Cualquier excusa es buena para no dejar comer ni dormir a Catalina y así "domarle" el carácter.
Todos se alegran y van al banquete donde Lucencio, Hortensio (ahora casado con una viuda tras abandonar su idea de seguir cortejando a Blanca) y Petruchio apuestan 100 coronas para ver quien tiene la mujer más obediente de todas.