El río (película de 1951)

Tiene dos amigas, Valerie (Adrienne Corri) y la mestiza Melanie (Radha Burnier), que es hija de un irlandés casado con una mujer hindú.

Buscando la esencia y, quizás, el secreto de todo ello, Renoir se sitúa en una perspectiva más anímica que terrestre.

La película plantea una reflexión sobre algunas buenas razones para vivir: las ilusiones renovadas, el placer de la generosidad, la armonía con la naturaleza, la certeza de la muerte y el placer del amor disfrutado, compartido y preservado.

El filme destila también un sentido filosófico, espiritual y panteísta a la altura del cineasta, que en consonancia con la novelista Rumer Godden, indica que nada se crea ni se destruye.

[2]​ Pictórica y magistral, esta fue la primera película en color del cineasta francés, que contó con el joven futuro direstor (Satyajit Ray) como colaborador.

Nora Swinburne interpretando el papel de la madre