Finalmente se hace cargo del asunto un detective, C. Auguste Dupin, quien, tras intensa y brillante investigación, concluye que el autor de las muertes no es humano... "Los crímenes de la calle Morgue", aparte del primer relato policíaco, es asimismo el primer misterio de "habitación cerrada", en el que se reta al lector a resolver un enigma aparentemente irresoluble y planteado en un ámbito muy concreto y delimitado.
Al igual que en otras ocasiones, para su composición el autor se inspiró libremente en un caso real, así como, se ha apuntado, en el personaje del inspector de policía parisino Vidocq.
El relato, en efecto, se abre con una disertación de varias páginas sobre el tema, que posiblemente en su día llamaría mucho la atención a los lectores de Graham's Magazine, la revista en que apareció, por centrarse en tema tan novedoso.
Pero en este relato analítico se aprecia algún matiz diferencial con respecto a los posteriores.
Siendo Poe su responsable, la truculencia morbosa tenía que aparecer por algún sitio (solo "La carta robada" se muestra limpia e impoluta en ese sentido), máxime habida cuenta de lo escabroso del tema elegido.