Walter quien de repente se da cuenta de lo que ha hecho pasar a su familia debido al títere, comienza a luchar contra el castor, pero este no cede, finalmente, logra arrancarse al títere de su vida amputándose abruptamente el antebrazo.
Walter acaba con una prótesis de mano y es enviado a un hospital psiquiátrico.
Como resultado de su despertar, Norah se reconecta con Porter, mientras empieza a leer el discurso escrito por porter, Norah se detiene y admite públicamente que no lo escribió ella misma, y en cambio, explica el valor de la verdad y el trauma causado por la muerte de su hermano hace algunos años.
Walter finalmente vuelve a su estado normal y con una nueva oportunidad de comenzar su vida otra vez.
Antes de que Gibson fuera contratado, Steve Carell y Jim Carrey fueron considerados para el papel protagónico.
Foster opinó que a la película no le fue bien con el público estadounidense, ya que era una "comedia-drama", "y muy a menudo los estadounidenses no se sienten cómodos con eso".
Se informó del consenso general "Los instintos visuales de Jodie Foster y el desempeño de Mel Gibson, todo para vender esta película sincera y directa".