Thérèse Tietjens

Debutó en la primera ciudad en 1849 como Lucrezia Borgia de Gaetano Donizetti -ópera con la que se la asociará por siempre- y que cantó en Fráncfort del Meno y Viena.

En Londres cantó desde 1858, donde heredó los papeles de Giulia Grisi y Giuditta Pasta.

Sus grandes papeles fueron Lucrezia, Fidelio, Norma, Medea, Donna Anna en Don Giovanni, Fides en Le prophète y Semiramide.

Adelina Patti, como homenaje a Tietjens, nunca cantó Semiramide en vida de la soprano.

Se retiró en 1877 ya que padecía de cáncer.