Terremoto del Friul de 1348

El terremoto se produjo el mismo año en que la Gran Peste devastó Italia.

Según fuentes contemporáneas, causó daños considerables a las estructuras; iglesias y casas se derrumbaron, aldeas fueron destruidas y de la tierra emanaron malos olores.

[2]​ También en Roma el terremoto pasó factura: la basílica de Santa María la Mayor sufrió daños considerables; en la Torre delle Milizie, un piso superior se derrumbó y la estructura asumió la ligera inclinación que conserva hoy.

La basílica de Santi Apostoli del siglo VI quedó tan completamente arruinada que permaneció abandonada durante una generación.

El terremoto coincidió con el inicio de la Peste Negra en Europa; en las mentes contemporáneas los dos desastres estaban conectados, como actos de Dios, pero aceptados como algo a la vez tremendo e inesperado y, sin embargo, que también pertenecía a la vida diaria.