Se estableció una clasificación con arreglo a los puntos obtenidos en cada enfrentamiento, a razón de dos por partido ganado, uno por empatado y ninguno en caso de derrota.
En caso de empate a puntos entre dos o más clubes en la clasificación, se tuvo en cuenta el mayor cociente de goles.
Los primeros clasificados de cada grupo pasaron a la fase final.
Los cuatro campeones se enfrentan en semifinales en eliminatorias a ida y vuelta.
Los vencedores juegan la final también a ida y vuelta, y el vencedor logró el ascenso a Segunda División.