La sección transversal neutrónica del 10B (3.837 barns) es 1.000 veces superior a la de otros elementos, como el nitrógeno, el hidrógeno o el oxígeno, que se encuentran en los tejidos.
La TCNB se basa en las reacciones de captura y desintegración nuclear que ocurren cuando el boro-10 no radiactivo, que constituye aproximadamente el 20 % del boro elemental natural, se irradia con neutrones de la energía apropiada para producir boro-11 excitado (11 B*).
Tras la administración de BPA o BSH mediante infusión intravenosa, se irradia la zona del tumor con neutrones, cuya fuente, hasta hace poco, eran reactores nucleares especialmente diseñados y ahora son aceleradores de neutrones.
Shin-ichi Miyatake y Shinji Kawabata han liderado el tratamiento de pacientes con glioblastomas (GBM) recidivantes.
Eran candidatos al tratamiento con TCNB porque sus tumores habían reaparecido y estaban aumentando de tamaño.
Con base en estos resultados, se concluyó que la TCNB c-BNS era seguro y aumentaba la supervivencia de los pacientes con gliomas recidivantes.
Aunque existía un mayor riesgo de edema cerebral debido a la reirradiación, éste se controlaba fácilmente.
El tratamiento fue bien tolerado y los acontecimientos adversos fueron los que suelen asociarse a la radioterapia convencional de estos tumores.
Estos pacientes habían recibido una formulación propia de boronofenilalanina enriquecida con 10B (Borofalan), que se administró por vía intravenosa.
[11] Basándose en este ensayo clínico de fase II, los autores sugirieron que la TCNB con Borofalan y c-BENS era un tratamiento prometedor para los cánceres recurrentes de cabeza y cuello, aunque se necesitarían más estudios para establecerlo con firmeza.