Teoría del iceberg

Como joven periodista, Hemingway tuvo que enfocar sus informes periodísticos en eventos inmediatos, con muy poco contexto o interpretación.Por lo que, cuando se convirtió en escritor de cuentos, conservó este estilo minimalista, enfocándose en elementos superficiales sin discutir explícitamente los temas subyacentes.Críticos literarios, como Jackson Benson, afirmaron que su teoría del iceberg, combinada con la característica claridad de su escritura, funcionaron como un medio para distanciarse de los personajes que creó.[1]​ Al igual que otros escritores estadounidenses como Mark Twain, Stephen Crane, Theodore Dreiser, Sinclair Lewis y Willa Cather, Hemingway trabajó como periodista antes de convertirse en novelista.[10]​ En su ensayo «The Art of the Short Story», Hemingway se expresa claramente acerca de su método: «Si uno omite cosas o acontecimientos importantes que uno conoce bien, la historia se fortalece.Sobre el concepto de la omisión, Hemingway escribió en «The Art of the Short Story»: «Se podría omitir cualquier [parte] sabiendo lo que se está omitiendo, y la parte omitida reforzaría la historia y haría que la gente sientiera algo más de lo que entiende».[12]​ Su estilo contribuyó a la estética: utilizando «frases declarativas y representaciones directas del mundo visible» con un lenguaje simple y claro, Hemingway se convirtió en «el estilista de prosa más influyente del siglo XX», según el biógrafo Meyers.Sobre la teoría del iceberg, afirma que «es también una cascada glaciar, plena de movimiento por su estética multifocal».[16]​ En otras palabras, una historia puede comunicarse por subtexto; así, en «Colinas como elefantes blancos» no se menciona la palabra «aborto», aunque el personaje masculino en el relato parece estar tratando de convencer a su novia a que aborte.[14]​ Baker caracteriza Al otro lado del río y entre los árboles como una «novela lírica poética» en la que cada escena tiene una verdad subyacente presentada por medio de simbolismo.Como señala Stoltzfus: «Hemingway lleva al lector hasta el puente que debe cruzar solo, sin la ayuda del narrador».[24]​ El legado de Hemingway a la literatura norteamericana es su estilo: los escritores que vinieron después lo emularon o lo evitaron.
Ernest Hemingway, fotografiado para la edición 1940 de Por quién doblan las campanas .
A photomontage of what a whole iceberg might look like.