Teoría de las laringales

La teoría fue propuesta por primera vez por Ferdinand de Saussure en 1879; sin embargo, no obtuvo aceptación general hasta que la lengua hitita fue descubierta y descifrada lentamente a mediados del siglo XX.

Sin embargo, resulta improbable que una oclusiva glotal se reflejara como fricativa en préstamos urálicos, como parece ser el caso, por ejemplo, en la palabra finesa lehti «hoja» < *lešte < pIE *bʰlh₁-tó-.

Además, todas las laringales siguen el mismo patrón fonológico, de un modo que es bastante diferente de las oclusivas protoindoeuropeas, pero similar a la fricativa *s. Si, como indican algunas pruebas, existieron dos sonidos *h₁, uno podría haber sido la oclusiva glotal /ʔ/ y el otro podría haber sido el sonido /h/, como en inglés hat.

Las fricativas faríngeas (como la letra árabe ح en Muħammad) normalmente causan un coloreado de a en las lenguas semíticas (esto ocurre en hebreo, por ejemplo).

Igualmente está generalmente asumido que *h₃ fue redondeada (labializada) a causa de su efecto o-colorante.

Es habitual considerarla sonora basándose en la forma del presente *pibh₃- (< *pi-ph₃-) de la raíz *peh₃.

Utilizando analogías del árabe, algunos lingüistas han supuesto que *h₃ fue también faríngea (como la letra árabe /ع/, como en muعallim «maestro»), aunque la suposición de que fuera velar /ɣʷ/ es probablemente más común (los reflejos en lenguas urálicas podría ser lo mismo si el fonema original fuese velar o faríngeo /ʕʷ/).

Dicha propuesta fue marginal y no recibió demasiada atención en los siguientes 50 años, considerada como una abstracción de difícil interpretación, aunque parece que Saussure las pensó como algún tipo de elemento vocálico (no consonántico como sugiere la evidencia actualmente disponible).

Sin embargo, en 1927[3]​ el erudito polaco Jerzy Kuryłowicz mostró que en hitita, por aquel entonces una lengua recientemente descifrada, el grafema ḫ aparecía justo en las posiciones para las cuales Saussure había postulado la presencia de *A.

Sesenta años más tarde la situación había cambiado y la teoría laringalista se consideraba parte importante de los estudios indoeuropeos.