Durante el temporal hubo alrededor de 14.000 personas damnificadas, de ellas cerca de 10.000 personas pertenecen a la Región de O'Higgins, de ellas cerca de 2.000 personas fueron ubicadas en albergues provisorios, es decir, en escuelas, iglesias, gimnasios, etc. Hubo un saldo de 16 muertos, la mayoría en la Región del Maule, debido a esto la mandataria de Chile Michelle Bachelet propuso en alerta temprana a las cuatro regiones afectadas por el mal tiempo.
Debido a las fuertes lluvias, muchos poblados de las regiones tuvieron hasta 4 metros de agua, donde la zona agrícola perdió mucho a medida que crecían las inundaciones.
Los ríos se desbordaron cortando la ruta 5 Panamericana en varios tramos, siendo esta la única conexión del país entre el norte y el sur.
Además se registraron cortes de rutas y caídas de puentes en las regiones de O'Higgins, del Maule y del Biobío.
Debido a las altas precipitaciones, las clases fueron suspendidas y los hospitales atendieron a máxima capacidad, hubo un número preocupante de desaparecidos, que, en su mayoría, fueron casos resueltos.