Onías IV fue recibido con gusto por el Rey de Egipto Ptolomeo VI, quien probablemente no había abandonado sus reclamaciones territoriales sobre Judea.
[8] 0 Para ello le refirió a la predicción del Profeta Isaías[9] sobre un templo judío que sería erigido en Egipto.
[8] Según Josefo, el Templo de Leontópolis duró 343 años,[10] aunque la opinión general es que este número debe ser cambiado a 243.
[14] En el Talmud se discute si los sacrificios en el Templo de Onías (referido como Beit Jonio, que siginifica literalmente "Casa de Onías") eran permisibles y si consistían o no idolatría.
La opinión prevalente era que no estaban permitidos aunque tampoco consistían idolatría.