Temperamento

El temperamento está relacionado con la influencia endocrina (que se debe a los genes, y que se manifiesta en determinados rasgos físicos y psicológicos).

El estudio de los temperamentos ocupaba un papel importante en la psicología anterior al siglo XX.

Médicos de la antigüedad como el médico griego Hipócrates (460-370 a. C.) y el médico griego Galeno (129-200) distinguían cuatro tipos de temperamentos, considerados como emanación del alma por la interrelación de los diferentes humores del cuerpo: A esto se suma las teorías del fisiólogo ruso Iván Pávlov (1849-1936), quien enunció que las características del temperamento están dadas por el sistema nervioso que a su vez tiene tres características: fuerza, equilibrio y velocidad de correlación; de ahí que la combinación de estas características dan origen a los tipos de sistema nervioso que caracterizan a cada temperamento: sistema nervioso rápido y equilibrado (sanguíneo), sistema nervioso lento y equilibrado (flemático), sistema nervioso débil (melancólico) y sistema nervioso fuerte, rápido y desequilibrado (colérico).

Es propenso a ser introvertido, sin embargo, puede actuar de forma extrovertida.

Sus tendencias perfeccionistas y su conciencia hacen que sea muy fiable, pues no le permiten abandonar a alguien cuando están contando con él.

Pero es difícil convencerlo de iniciar algún proyecto, debido a que siempre está considerando todos los pros y contras en cualquier situación.

Cuando se le describe o dice algo que le fastidia o desagrada, trata de callar de forma violenta a las personas que se lo dicen.

[4]​ En realidad, puede decirse que se nace con un temperamento dado o con una predisposición a ciertos rasgos de personalidad, pero estos están fuertemente condicionados por el medio (la experiencia vital de la persona, la cual va modificando y permitiendo el desarrollo de la personalidad o habilidades para desenvolverse con coherencia).

El temperamento puede afectar la vida de alguien, por ejemplo, al experimentar eventos más estresantes.

[cita requerida] Alexander Thomas, Stella Chess, Herbert G. Birch, Margaret Hertzig y Sam Korn iniciaron a principios de la década de 1950 el clásico estudio longitudinal de Nueva York sobre el temperamento infantil (Thomas, Chess y Birch, 1968).

El estudio se centraba en cómo las cualidades temperamentales influyen en la adaptación a lo largo de la vida.

evaluaron a los niños pequeños en función de nueve características del temperamento, cada una de las cuales, por sí sola o en conexión con otra, afecta a la adaptación del niño en la escuela, con sus amigos y en casa.

Thomas, Chess, Birch, Hertzig y Korn descubrieron que estos patrones generales de cualidades temperamentales son notablemente estables a lo largo de la infancia.

Cinco cabezas grotescas , ilustración de los cuatro temperamentos, en torno a un perfil clásico ( dibujo de Leonardo da Vinci , hacia 1490, Royal Library , castillo de Windsor ).