La ciudad se construyó sobre las ruinas de un poblado del Imperio Medio que había sido tomado por los hicsos.
Durante la decimonovena dinastía de Egipto, Avaris recobró su gloria pasada cuando el faraón Ramsés II fundó su nueva capital en el antiguo lugar.
La decisión de transferir su gobierno y residencia desde Tebas al extremo norte puede haber sido motivada por razones geopolíticas.
Los estados vasallos orientales de los egipcios quedan situados mucho más cerca, así como la frontera del imperio con la hostil Palestina.
Pi-Ramsés prosperó durante un siglo y se escribieron poemas acerca de su esplendor, diciéndose que llegó a tener 300 000 habitantes.
Las cambiantes vías navegables del delta de Nilo pueden haber hecho también la zona menos accesible para el transporte fluvial.