Inicialmente, la empresa editora estaba controlada por un grupo formado por Jaume Castells (financiero), Carlos Sentís, Federico Gallo y Andreu-Avel·lí Artís.
Aprovechando las expectativas creadas por la Ley de Prensa aprobada por el ministro Manuel Fraga Iribarne, empezó con un cierto carácter sensacionalista, por cuyo motivo siempre tuvo problemas con la censura franquista y despertó el recelo de los otros diarios de Barcelona (El Correo Catalán y La Vanguardia).
Tenía prestigio a causa de su redacción heterogénea (Federico Gallo, Carlos Carrero de Lara,Manuel del Arco, Pascual Maisterra, Josep Pernau, Juan Segura Palomares, Jaume Miravitlles o Josep Maria Lladó).
Manuel Ibáñez Escofet se decantó más hacia los problemas de Cataluña, pero fue obligado a dimitir en 1975 por un artículo que llevó a la cárcel al periodista Josep Maria Huertas Clavería, y que provocó la primera huelga de la prensa barcelonesa.
Colaboraron periodistas como Joan de Sagarra i Devesa, Manuel Vázquez Montalbán, Ramon Barnils, Paco Candel, Antoni von Kirchner u Octavi Martí, entre muchos otros.