A los quince años se compró un ejemplar del "Martín Fierro" que le despertó la pasión por la lectura y la poesía.
Comenzó a componer canciones junto al músico Oscar Matus, también mendocino y quien fuera luego esposo de la cantante Mercedes Sosa, en lo que sería una larga sociedad y con quien escribiría canciones como "Los hombres del río", "Coplera del viento", "Tropero padre" (inspirada en su padre), entre muchas otras.
El premio y la edición del libro (ilustrado por Carlos de la Mota), le trajeron un considerable reconocimiento que comenzó a extenderse desde entonces.
En 1954, debido a un reportaje que le realizó al pintor Juan Carlos Castagnino, que había vuelto de China, inmersa en su revolución comunista, Tejada fue sumariado y despedido de la radio, prohibiéndosele seguir trabajando como locutor.
El libro ganó un concurso organizado por Gildo D'Accurzio, un esforzado imprentero mendocino, obteniendo como premio la edición.
Ese mismo año, en septiembre, un golpe de Estado derrocó a Perón y Tejada Gómez fue readmitido en la radio.
Luego del derrocamiento de Perón en 1955, Tejada Gómez pegaría un giro tanto en su arte como en su posición política.
[2] El comentario influyó notablemente en Tejada Gómez, quien decidió entonces orientar su poesía hacia la problemática social y los temas populares.
Al año siguiente sin embargo se alejó del bloque radical intransigente, desencantado con el giro del frondizismo hacia un "desarrollismo" de derecha basado en el impulso a las empresas multinacionales, para terminar afiliándose al Partido Comunista.
[9] Ese año publicó también su cuarto libro, Ahí vá Lucas Romero, con dibujos de Enrique Sobisch.
Al igual que luego hiciera con Hamlet Lima Quintana, y como hicieron también otros recitadores populares, como Héctor Gagliardi en el tango, Tejada Gómez buscó desarrollar una poesía capaz de llegar masivamente al gusto popular, frecuentemente integrada a la música pero no exclusivamente, haciendo del recitado y el relato oral un arte en sí mismo, algo para lo cual fue ayudado por su condición de locutor.
También fundó una "peña" (ámbito en el que se toca música folklórica) en la calle Talcahuano 360 que se llamó Folklore '67, en el que buscó integrar músicos jóvenes provenientes de distintos estilos y experiencias, como César Isella, Los Nocheros de Anta, Marián Farías Gómez, Dino Saluzzi, Rodolfo Mederos, el Cuarteto Zupay, entre otros.
Al igual que luego hiciera con Hamlet Lima Quintana, y como hicieron también otros recitadores populares, como Héctor Gagliardi en el tango, Tejada Gómez buscó desarrollar una poesía capaz de llegar masivamente al gusto popular, frecuentemente integrada a la música pero no exclusivamente, haciendo del recitado y el relato oral un arte en sí mismo, algo para lo cual fue ayudado por su condición de locutor.