Tecnofeminismo

El tecnofeminismo es un término acuñado por Judy Wajcman en su libro del mismo nombre,[1]​ y se refiere al punto donde se encuentra el feminismo con los avances tecnológicos, que en la actualidad es muy importante ya que el patriarcado y el machismo están involucrados tanto en avances científicos como tecnológicos, como por ejemplo en el desarrollo de vacunas, teléfonos celulares, computadoras u otros aparatos.

El tecnofeminismo se centra en alzar la voz sobre que las mujeres también son científicas, también dan grandes avances en la tecnología, y a su vez en quitar esa imagen de que las mujeres sean cosificadas, la tecnología no es la clave, sino el establecimiento y el desarrollo para responder a los eventos sociales que ocurren, dado el nombre del tratado entre feminismo y constructivismo, definida como la mujer tecnológica, se crea la relación entre el hombre y la tecnología, con tecnologías como tanto la causa como el efecto de la sexualidad masculina: La tecnología es influida por el género, tanto durante su diseño como durante su consumo y uso, y a causa de esto se ha creado un nuevo espacio femenino fundamentado en un nuevo estereotipo de género, que afirma que la participación en la tecnología es también una práctica que las mujeres realizan.

Hoy en día podemos ver cuántas mujeres estudian o laboran en el campo de la Ciencia y la Tecnología y no tiene nada de malo, incluso ellas tienen y aportan mejores ideas que los hombres [cita requerida] y eso no las hace ni más ni menos ante ellos, porque para muchos que una mujer se encuentre laborando o estudiando alguna ingeniería es poco apropiado ya que se tiene la idea de que no son licenciaturas para las mujeres , como se ha visto en años pasados solo se veían a los hombres en esos campos.

El acceso de la mujer a la tecnología dio un cambio muy significativo para ella, ya que le permitió abrir los ojos y darse cuenta de que no solo los hombres podían, sino ellas también y poder lograr llegar hasta donde ellas quisieran.

Para las mujeres es de suma importancia el poder tener a su alcance las tecnologías ya que de esta forma ellas pueden expresar su opinión sobre la forma en que se les han visto y se les ha reprimido así como poder ejercer actividades o profesiones en donde sólo se catalogaban a los hombres como los más aptos para realizar los puestos y así poder llegar con otras personas y así exponer todos los puntos antes mencionados.

Mujeres que han sido víctimas de agresiones como lo es lo que es muy común la violencia intrafamiliar, pues se anime a poder denunciar o simplemente recibir ayuda para poder salir del infierno en cual se encuentra viviendo y así ser escuchadas recibir apoyo de los grupos de ayuda que existen para todos estos casos de violencia, y más que nada recibiendo ayuda psicológica.

La corriente ciberfeminista surge a principio de la década de los años 90 gracias a que Donna Haraway elaboró un documento llamado A Cyborg Manifesto siendo este un impulso para la nueva búsqueda del nuevo feminismo socialista, que es capaz de luchar por un nuevo espacio creado por la tecnología en donde se pierde la identidad.

En palabras de Judy Wacjman “La propia tecnología es plástica y, por consiguiente, una misma tecnología puede tener efectos contradictorios, dado que el contexto y las relaciones sociales de su utilización inciden en la misma”.