Cabe mencionar que este derecho (y otros supuestos incluidos en la legislación europea) no siempre han sido respetados por los Estados miembros.
Estos dispositivos incluyen en su memoria los datos biográficos del titular, así como las firmas digitales que aseguran la autenticidad de los mismos.
En Alemania, en cambio, uno no puede acceder a la residencia permanente si existe dependencia del Estado para la subsistencia (por ejemplo por medio de la prestación por desempleo, conocida como Hartz IV).
Cuando aún se concedían permisos de residencia a ciudadanos de la UE, si estos últimos tuvieran la residencia permanente, también la obtendrían sus cónyuges, aunque hasta completar los 5 años de residencia, esta no servía para poder trasladarse a otro Estado miembro sin ser acompañado por el familiar europeo.
Igualmente, los servicios telemáticos correspondientes diferían sustancialmente entre los países, siendo herramientas desarrolladas a nivel nacional, y no europeo.
[7] En España, por ejemplo, solo se expedían a los titulares de un permiso de residencia y trabajo, concediendo a los demás residentes (régimen comunitario, estudiantes y trabajadores transfronterizos) el modelo de tarjeta anterior (la plastificada), mientras que en Alemania se concedía la tarjeta europea a todos los residentes extracomunitarios, sin excepción.
Por su formato, muchas veces se refería a este tipo de documentos como «visado».
El diseño de la tarjeta cambió muy ligeramente, con los mismos colores en tono algo más claro y el símbolo de un documento biométrico reemplazando la banda paralelográmica situada a la izquierda del título del documento.
Tanto el paralelogramo como el símbolo biométrico contienen tinta OVI que, alterando el ángulo de iluminación, cambia su color entre dorado y morado metálico.
Aunque todas las tarjetas nuevas expedidas actualmente tienen este formato, no es obligatorio el canje del modelo anterior (pudiéndose llevar durante el período de su vigencia), por lo que este sigue siendo el más común a día de hoy.
Actualmente, ciudadanos británicos residentes en la UE deben portar una tarjeta de estas características.
Este número es tan usado en España para cualquier trámite, que se ha llegado a emplear el término NIE para la propia tarjeta de residencia (mucho más común en el día a día que el uso de las siglas TIE).
No se incluyen los supuestos en los que se concede un NIE solo con fines administrativos, pues no dan derecho a un permiso de residencia y por tanto tampoco a una TIE.
Solo mantienen el modelo plastificado los trabajadores transfronterizos, ya que esos no tienen derecho a la residencia.
Dicho permiso es concedido a cualquier persona residente de un Estado miembro con licencia local para conducir un vehículo en su territorio.
En principio, esta tarjeta, que también incluye la foto del titular y algunos datos, no se admite como documento identificativo, ni en el caso de los ciudadanos europeos ni en el de los residentes extracomunitarios.
Sin embargo, se han dado casos en los que ha sido usado (al menos como medida inmediata o provisional) para la identificación de una persona.