En ese momento los polacos solicitan a los cosacos que se alcen en armas para ayudarles en la guerra polaco-sueca.
Tarás toma el mando de los cosacos y los conduce hacia Dubno, donde los polacos esperan que se les unan.
Los incursores descubren la debilidad de las tropas cosacas y el comandante polaco ordena a todo su ejército un ataque masivo.
Tarás Bulba encuentra a su hijo combatiendo en el bando enemigo y le da muerte por su traición.
[2][3] El rodaje fue bien hasta que se hizo público el romance entre Tony Curtis, entonces casado con Janet Leigh, y Christine Kaufmann.
[4] La película fue mal acogida por el público resintiéndose del trágico final llegando a perder la United Artists tres millones de dólares.