Aunque también incursionó en cuentos y en ensayos, es conocido principalmente por su novela Kanikōsen, que retrata un motín a bordo de un barco pesquero.
Sin embargo, la policía, y muy en particular el Tokkō, empezó a vigilar los movimientos de Kobayashi.
Sin embargo, al día siguiente, cuando la familia recibió el cuerpo, vieron que el cadáver estaba hinchado por los hematomas de la tortura y, en particular, la parte inferior del cuerpo estaba oscura debido a las hemorragias internas.
Ningún hospital se atrevió a realizar una autopsia por miedo al Tokkō.
En 2008, Kanikosen se convirtió en el “best seller sorpresa de la temporada en Japón”.
[3] Todo se inició con un debate sobre la novela entre los escritores Genichiro Takahashi y Karin Amamiya que se publicó el 9 de enero en el periódico Mainichi Shimbun y que despertó el interés del público por la obra.
Con la expresión “Fenómeno Kanikosen” se conoce la identificación que sienten hacia los personajes de esta novela de Kobayashi los trabajadores jóvenes actuales, obligados a trabajar en contratos temporales y con salarios bajos, y todos aquellos a los que la crisis económica hace temer por su empleo.
[5] La novela ha seguido experimentando un boom de ventas y en 2009 superó los 1.600.000 ejemplares vendidos en Japón, una cifra extraordinaria para un clásico escrito en 1929.