Utilizaba varios componentes del Boeing B-29 que habían realizado aterrizajes de emergencia en la Unión Soviética tras bombardear Japón.
Se pretendía utilizar tantos componentes del Tu-4 como fuera posible para reducir los costes y ahorrar tiempo de desarrollo.
El fuselaje presurizado era completamente nuevo y cambiaba la posición del ala de media a baja.
El parabrisas de la cabina del avión se cambió por una configuración "escalonada" más convencional.
Comenzó las pruebas de fabricación en octubre, pero un incendio del motor en el cuarto vuelo provocó un aterrizaje forzoso.