Táhirih

Sus poemas siguen siendo objeto de estudio en la teología babí y bahá'í en la actualidad.

Siguiendo la tradición de la época, Tahirih se vio forzada a casarse con su primo Muhammad Barghani.

Pese a todo, el matrimonio fue infeliz desde sus comienzos, y su marido le impidió continuar con sus estudios literarios.

Tahirih era una mujer bella e inteligente, pero esta última cualidad no era bien considerada en una esposa o en una hija debido a los prejuicios de la época.

Mientras estuvo casada con su primo, Tahirih mantuvo correspondencia con líderes del movimiento Shaykhí, incluyendo a Siyyid Kazim.

Tahirih solía estudiar en la biblioteca de otro primo suyo, Javad Valiyani, dónde conoció las ideas más innovadoras del Sayjismo.

En un principio, Tahirih mantuvo en secreto sus nuevas creencias religiosas, ocultándolas a ojos de su familia, pero con el tiempo, fue haciéndolas públicas lo cual le acarreó numerosas discusiones familiares.

Pero pocos días antes de llegar a su destino, Siyyid Kazim murió y no pudieron conocerse en persona.

Pero también hubo varios clérigos que se opusieron a sus enseñanzas, entre ellos algunos clérigos del Shayjismo, aunque otros miembros del Shayjismo se unieron al babismo gracias a sus enseñanzas.

Durante su estancia allí, Tahirih vivió en la casa del muftí de Bagdad, el shayj Mahmúd Alusi, quien quedó impresionado por su devoción e intelecto.

El problema con la literatura generada por Tahirih, es que tras su martirio, la mayoría de sus poemas fueron destruidos por miembros de su propia familia hostiles con sus creencias, pero algunos pocos poemas se han podido conservar al ser transmitidos por el “boca a boca” mediante los propios iraníes.

Cuando Tahirih regresó a Qazvin en Irán, predicó el babismo en lugares como Kiran, Kermanshah, Shaneh y Hamadan.

Su marido se divorció de ella pocas semanas después, y su tío Muhammad Taqi Baraghani comenzó a difamarla en público.

Por otro lado, Muhammad Taqi Baraghani había pronunciado una serie de discursos atacando al Bab y a sus seguidores, ganándose así la enemistad del Shayj Ahmad al-Ahsa’i.

Tahirih fue interrogada varias horas sobre el asesinato de su tío, pero negó cualquier relación.

Tahirih permaneció en casa de Baha’u’llah, en sus aposentos privados junto a su esposa Asiyih Khanum.

Tahirih pidió a Baha’u’llah si podía hacer una peregrinación a Máh-Kúas para ver al Bab, que estaba allí prisionero, pero Baha’u’llah no lo permitió por la imposibilidad y el peligro de realizar este viaje.

Los seguidores del Bab estaban divididos en dos grupos: Un grupo más conservador que quería mantener una continuidad con el pasado islámico, representados por Quddus (apodo del Mulá ‘Alí-i-Bárfurúshi, un prominente discípulo del Báb y también uno de los primeros en adherirse a la nueva religión y por tanto uno de los llamados “Letras del Viviente”, al igual que Tahirih), y otro grupo más radical, que buscaba romper el lazo entre babismo e islam.

En un acto simbólico, Tahirih se quitó el velo públicamente frente a la asamblea repleta de hombres.

Hasta entonces, Tahirih había representado para ellos un símbolo de pureza como Fátima Zahra, la hija del profeta Mahoma.

Es justo en este momento cuando se la empezó a llamar “Tahirih”, que significa “la pura”.

Tras la conferencia en Badasht, Tahirih y Quddus viajaron a Mazandaran, dónde acabaron separándose.

Finalmente llegaron a Barfurush, donde encontraron refugio entre otros babíes durante un breve período de tiempo.

Más tarde, los habitantes del pueblo donde se refugiaban volvieron a atacar a los babíes, y Tahirih acabó siendo arrestada y puesta bajo arresto en Teherán, en la casa de Mahum Khan, el entonces alcalde de la ciudad.

Sus acciones horrorizaron al clero, que consideraba esto impropio de una mujer, especialmente en aquel entorno social.

Tahirih, que permanecía en una habitación de la casa del alcalde Mahmud Khan, pasó sus últimos días en oración, meditación y ayuno.

Tahirih fue llevada cerca del jardín Ilkhani en Teherán, y fue estrangulada con su propio velo.