Sympathy for the Devil

[4]​[5]​ El propio autor mencionó que también pudo haberse inspirado en algún escritor francés, tal vez en Baudelaire, aunque algunas estrofas se asemejan a The Devil and Daniel Webster, de Stephen Vincent Benét.

En el apartado musical, la batería; la adición de bongos y maracas le dio un sonido tribal a la composición.

En esas tardes que Jagger se la pasaba leyendo poesía, una vez le llegó a sus manos la novela El maestro y Margarita del escritor soviético Mijaíl Bulgákov, regalo de su novia en ese entonces, la cantante y actriz británica Marianne Faithfull.

La canción fue escrita en su totalidad por el cantante pero es acreditada como «Jagger/Richards», debido a que el guitarrista le sugirió a Mick que le dieran otro ritmo, originalmente tenía un sonido folk similar al de Bob Dylan.

[14]​ Mick Jagger canta la letra en primera persona, desempeñando el papel de un Lucifer en apariencia educado, correcto y con buen gusto.

Así, el tema termina cuando el demonio le pide al oyente que lo trate bien, con comprensión y respeto, pero afirma, inmediatamente después, que lo contrario supondrá su condenación: En la época de publicación del álbum, los Stones ya habían desatado críticas a causa de letras sexualmente explícitas, como fue el caso de «Let's Spend the Night Together».

También se habían producido las primeras acusaciones de satanismo, debido a que su anterior álbum se titulaba Their Satanic Majesties Request (aunque las letras de sus canciones no contenían referencia satánica alguna).

[15]​ Así, en la pieza se relatan algunas de las mayores atrocidades cometidas por los hombres contra sus propios semejantes.

La última ocurrió mientras se estaba grabando el álbum, obligando a cambiar la frase Who killed John Kennedy?

[5]​ En otra entrevista concedida a la revista Rolling Stone se refiere al contenido de la canción: La controversia acerca del tema pudo haber sido todavía mayor de no ser porque el primer sencillo del álbum, «Street Fighting Man» levantó más polémica todavía.

Aunque, en realidad, la muerte en sí se produjo mientras el grupo interpretaba «Under My Thumb».

Abre con percusiones a un ritmo de samba, tapado por los Tom-toms, al que lentamente se le van añadiendo las congas y las maracas.

[21]​ Con un ambiente selvático, Jagger grita en falsetto simulando a un chimpancé, y se sigue repitiendo por un tiempo prolongado.

El bajo no sirve para tocar un riff repetitivo, Richards improvisa hasta que aparece la voz del diablo con un refinado acento inglés: Please allow me to introduce myself...[21]​ Durante el trascurso del primer verso y del coro Hopkins realiza acordes con el piano con cierta discreción, siguiendo el ritmo templado de la pieza; sin embargo, cuando el bajo vuelve a tomar la batuta, aumentando al doble de su velocidad anterior, al inicio de la segunda estrofa, Hopkins se acelera, improvisa y su instrumento se conecta con las agitadas percusiones, yendo de la mano con la anarquía que se refleja en la letra que nos habla del asesinato de zar y de la guerra relámpago.

Para este momento, el piano comienza a tomar tintes de blues y góspel.

[22]​ En la tercera estrofa se escucha el “whoo, whoo” al final de cada línea, en una estrofa interpretada con una sencilla voz infantil, añadiéndole un fantasmal estribillo que alarga el violento ritmo de los instrumentos.

Durante esta última parte la voz de Mick y la guitarra de Keith se enfrentan, haciendo eco una contra otra, persiguiéndose furtivamente hasta el fade-out, y Jagger, en un rasgado falsetto, pregunta continuamente: Can you guess my name?

Esta versión también carece de tanta percusión y los whoo-whoo, quitando ese estilo «tribal», el solo de Keith resulta poco más lento y menos distorsionado que la versión final.

Por otro lado, en 1989 la banda eslovena Laibach editó un álbum con siete visiones diferentes del tema, con estilos que van desde una sinfonía wagneriana a una pieza techno.

En 1993 la banda colombiana 1280 Almas incluyó un cover de esta canción en su disco Háblame de horror, en el que la banda sustituye la frase: «Who killed the Kennedys?» («¿quién mató a los Kennedy?») por «¿Quién mató a Gaitán?», haciendo referencia al asesinato del político colombiano Jorge Eliécer Gaitán.