Las suturas se encuentran en animales con partes duras desde el período Cámbrico hasta la actualidad.
Estas suturas se mantienen unidas principalmente por fibras de Sharpey que crecen desde cada hueso hacia el contiguo.
Los septos están unidos a la concha externa por suturas formadas por invaginación repetida (se entrelazan como piezas de un rompecabezas).
Cada rotación completa de este tubo en espiral se denomina verticilo.
La sutura también proporciona una especie de marcador geográfico a partir del cual se puede hacer referencia a la posición del patrón o escultura, cuando es relevante: por ejemplo, algunas especies tienen una banda subsutural más oscura o más clara en la concha.