Fue filmada en las islas griegas Creta, Delos, Mikonos y Oia, esta última situada en el archipiélago de Santorini.
Randal Kleiser, en cuyas películas los roles principales suelen ser interpretados por jóvenes (Grease, The Blue Lagoon), dirige esta película que no fue un éxito taquillero y que no recibió buenas críticas en general.
La trama gira en torno a una pareja estadounidense, Cathy y Michael, que llegan al archipiélago de Santorini, en el Mar Egeo durante sus vacaciones de verano.
Pretenden quedarese un mes de vacaciones, aquí el joven conoce a una arqueóloga francesa, Lina (Valerie Quennessen), con la cual hará amistad su novia tras revelarle su infidelidad.
Amenaza con marcharse, pero finalmente terminan aceptando a Lina formando un triángulo amoroso del cual los dos jóvenes estadounidenses no quieren romper, ya que encontrarán incocebible la vida sin Lina.