[3] Su adaptación les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados, y sobreviven a los largos períodos de sequía en climas áridos.
Ejemplos de hojas suculentas se encuentran en Aloe, Agave, y en las crasuláceas.
Las plantas suculentas no están filogeneticamente relacionadas entre sí, sino que han desarrollado independientemente rasgos similares en un proceso de evolución convergente.
Para que la captación de la escasa humedad presente en el ambiente sea posible, muchas suculentas son pubescentes, es decir, presentan una superficie cubierta de pelillos que retienen el rocío matutino.
Debido a que las suculentas no son un grupo taxonómico fijo, hay miles de especies de suculentas clasificadas en diferentes familias.