[1][2][3] Consiste en una esfera compuesta usualmente por musgo, turba, akadama y arena de río, en la cual crece una planta.
[4] Se cultiva usualmente colgante, aunque en algunos caso sobre bandejas de arcilla o piedra.
Al no poseer ningún tipo de contenedor el sustrato está expuesto en su totalidad.
Por sus características tan especiales, da un efecto bastante innovador, moderno y poco convencional.
El kokedama se cuelga en un lugar luminoso, sin sol directo y debe ser regado sumergiéndose en agua 3 veces por semana.