Se trata de un sólido cristalino de color blanco, que en disolución acuosa se ioniza produciendo iones succinato.
Su nombre proviene del latín succinum, que quiere decir ámbar, de donde puede extraerse.
Se encuentra sobre todo en los músculos, en hongos, en el ámbar y otras resinas, de donde se extrae por destilación.
Se obtiene por hidrogenación de los ácidos maleico y fumárico, y en la industria se sintetiza a partir del acetileno y del formaldehído.
Se utiliza en la fabricación de lacas, colorantes, en perfumería, en medicina, como aditivo alimentario (E-363, que produce desregulación del sistema de la leptina y así hambre y obesidad) y como reactivo para la fabricación de plásticos biodegradables.