Señala que “la furia anticomunista estalló más tarde, con la llegada del gobernador de Nuevo León Alfonso Martínez Domínguez”.
El FLN es ampliamente considerado como un precursor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El líder del FLN, César Germán Yáñez Muñoz, reunió a seis revolucionarios (tres indígenas, tres no indígenas) en un campamento llamado La Garrapata para establecer una iniciativa más basada en la acción.
En entrevista con Radio UNAM en 1994, Benavides comentó sus razones para unirse y permanecer en el ejército zapatista: Entré allí porque vi la situación que vivía la gente.
Entonces pensé en cómo solucionar este problema, porque no sabía si había compañeros en la montaña.
En este momento, el EZLN estaba dedicando recursos considerables a su labor social en Chiapas, incluidos programas de salud y educación que de otro modo no estarían disponibles para la población indígena marginada.
La instrucción en primeros auxilios y comunicaciones por radio preparó a los residentes para movilizarse, y el comandante del Ejército Sandinista Lenin Serna enseñó entrenamiento militar especial a los líderes del EZLN.
Ella veía al movimiento zapatista como singularmente progresista en las relaciones de género, con hombres y mujeres colaborando en todos los niveles.
Como escribe Gavin O'Toole en su libro sobre política latinoamericana, “El protagonismo de la mujer en los asuntos del EZLN ha llevado a algunos a sugerir que si bien no es un movimiento feminista, es un movimiento femenino.
Otras mujeres han argumentado que existe una forma distinta de 'feminismo indígena' en lugares como el sur de México, donde las mujeres luchan por inspirarse y navegar por las ideologías feministas mientras intentan preservar y recuperar las tradiciones indígenas".
[12] Se desconoce si Benavides contribuyó directamente al desarrollo y publicación de esta declaración, pero dada su posición en la dirección revolucionaria y sus declaraciones públicas, hay pocas dudas de que habría apoyado la ley.
Sin embargo, existe cierta controversia sobre si ella todavía era miembro del ejército zapatista en ese momento.
Durante el proceso, afirmó que su confesión inicial de culpabilidad fue inducida por tortura psicológica.