El 1 de diciembre, varios cazas alemanes Messerschmitt Bf 109 atacaron su avión después de bombardear un objetivo en Taganrog, y finalmente lo derribaron, por lo que tuvo que saltar en paracaídas del avión en llamas sobre el mar.
A pesar de las graves quemaduras que sufrió en las manos, pudo aferrarse a un tronco flotante con otros sobrevivientes de su tripulación y finalmente lograron nadar hasta la orilla.
Volvió a volar solo diez días después del incidente.
[2] En total durante la guerra, realizó un total aproximado de 400 salidas de combate en los bombarderos BD-Za y en el Ilyushin Il-4, todas nocturnas excepto treinta y una diurnas, participó en misiones de combate contra las fuerzas enemigas en Moldavia, Ucrania, Rostov, Crimea, Leningrado, Bielorrusia, Polonia, Budapest y Koenigsberg.
[3] A lo largo de su carrera militar Stepán Krétov fue galardonado con las siguientes condecoraciones[3]