[1] Si bien la especificación no requería alta velocidad, un buen campo de tiro para sus armas era esencial,[2] mientras que el papel secundario anti zepelines exigía una autonomía de al menos siete horas.
[1] Se realizaron pedidos de prototipos a Armstrong Whitworth (el F.K.6), Sopwith y Vickers (el F.B.11).
[4] Se instalaron alerones en todas las alas y aerofrenos en el ala inferior.
El profundo fuselaje albergaba al piloto y a un segundo artillero para proteger la cola del avión.
[5] Se instalaron ruedas de equilibrio muy por delante de las ruedas principales del avión, para evitar que el mismo capotara, ya que el artillero superior sería extremadamente vulnerable si esto sucediese.