En un momento en el que la artesanía y las técnicas artesanales experimentaron una revalorización como alternativa a la producción industrial generalizada.[1] Ya en 1915 Taeuber pinta dibujos y gouaches estructurados de formas geométricas anticipándose al constructivismo.[1] Ambos formaron parte del movimiento dada de Zúrich y juntos empezaron a experimentar con collages abstractos y piezas bordadas que seguían determinados patrones,[1]creando obras multimedia abstractas que llamaron "Duo-Collages" (1916-1918) empleando el color para crear ritmos visuales.Este trabajo como profesora permitirá mantenerse a ella y Jean Arp durante más de una década.[1] 1916 es también el año en el que empieza a estudiar danza moderna con el coreógrafo austríaco Rudolf Laban llegando a actuar en ocasiones con la bailarina alemana Mary Wigman en el Cabaret Voltaire,[4] punto central de reunión de los dadaístas para sus amigos Tristan Tzara, Hugo Ball y Jean Arp con quien se casó en 1922.[1] En 1918, Arp y Taeuber se unieron al grupo Das Neue Leben (La Nueva Vida) fundado por Marcel Janco y Fritz Baumann, cuyo objetivo fue integrar el arte abstracto en la vida cotidiana.Es también el año en el que el dramaturgo italiano Carlo Gozzi le encargó diseñar marionetas para su obra de teatro El rey ciervo.En 1921 diseñó por primera vez muebles para la Villa Suhaglia de sus amigos teósofos Aor e Ischa Schwaller.Con el dinero recibido en 1927 compraron un terreno en Clamart-Meudon donde construyeron una casa taller que ella misma diseñó.[2] En 1940 con la invasión nazi dejaron su hogar en Clamart-Meudon se trasladaron al sur de Francia.[5] Con Arp, Alberto Magnelli y Sonia Delaunay, hizo una serie de dos, tres o cuatro litografías, publicadas como un álbum en 1950.Es después cuando los historiadores de arte y los museos no se interesan por ella.[5] En esos años fundacionales, sumergida en sus diferentes actividades, se va perfilando la artista complejísima que es Sophie Taeuber-Arp.Dadá le enseña la libertad patente en las fotografías que muestran a la artista actuando con las ropas diseñadas por ella misma, así como en las irónicas cabezas dadá o en las marionetas y la escenografía para la obra El Rey Ciervo del autor italiano Carlo Gozzi, donde geometría y humor encuentran su territorio común.Solo con recordar los testimonios y los eventos del periodo 1915-1940 queda claro que Taeuber fue una parte vital de los mismos, funcionando a menudo como bisagra entre dos épocas, entre dos propuestas que en ella encuentran esa unión lógica y productiva.