Es considerado como el primer fundador y una de las figuras principales del movimiento artístico "antiarte" llamado dadaísmo.
Tras ser acusado de traidor a su país, cruzará la frontera alemana con su mujer, instalándose en Zúrich.
En 1916 redacta el Manifiesto inaugural de la primera velada dadá, del que se desentenderá poco después: en él se muestra extremadamente crítico con la Europa de los nacionalismos, las ideologías que la representan, y con las filosofías idealistas.
Esta poesía, cuyos antecedentes más inmediatos fueron sobre todo algunos experimentos del futurismo italiano, hallará continuación en adeptos a dadá, como Raoul Hausmann o Kurt Schwitters, y su influencia será clara en posteriores corrientes literarias, como el letrismo o la poesía beatnik.
En este sentido, la poesía fonética pretende ser tanto la destrucción del lenguaje como su salvación, pues en su renuncia al significado, la voz encuentra una tierra libre donde cantar.
Entre sus mejores trabajos se incluyen la colección de siete poemas Schizophrene Sonette (1911), el drama Die Nase Des Michelangelo (1911), su libro de memorias Die Flucht aus der Zeit, y la biografía del escritor Hermann Hesse (1877-1962), titulada Hermann Hesse.