Sonderkommando

Estos, normalmente judíos, fueron obligados[1]​ a colaborar en diversas actividades en los campos de exterminio durante el Holocausto.

No se les avisaba previamente de las tareas que iban a realizar.

[9]​ En algunos lugares y ambientes, los sonderkommandos podían ser llamados eufemísticamente como Arbeitsjuden ("judíos para trabajar").

[12]​ Como los alemanes necesitaban a los Sonderkommandos, se les concedió condiciones de vida mucho menos miserables que a otros reclusos: dormían en sus propios barracones y se les permitía mantener y usar diversos productos como alimentos, medicinas y cigarrillos traídos al campamento por aquellos que fueron enviados a las cámaras de gas.

Su sustento y utilidad estaban determinados por la eficiencia con la que podían mantener funcionando la fábrica de muerte nazi.

Sin embargo, algunos reclusos sobrevivieron hasta por un año o más porque poseían habilidades especializadas.

A las 3:45 p. m., 700 judíos lanzaron un ataque contra los guardias y trawnikis de las SS del campo que duró 30 minutos.

Sin embargo, los guardias bien armados concentraron su fuego en los prisioneros creando una matanza casi total.

[24]​ Partisanos de la Armia Krajowa (en polaco: Ejército Nacional) transportaron a algunos de los prisioneros escapados supervivientes a través del río[27]​ mientras que otros fueron ayudados y alimentados por los aldeanos polacos.

Finalmente, la pólvora pasó por una cadena de contrabando a un Sonderkommando del Crematorio IV.

[16]​ 251 miembros del Sonderkommando murieron durante la lucha y, después del alzamiento, 200 se vieron obligados a desnudarse y tumbarse boca abajo antes de recibir un disparo en la parte posterior de la cabeza.

Miembros del Sonderkommando 1005 en el campo de concentración de Janowska.
El coronel de las SS Paul Blobel.
Incineración de los cadáveres.
Incineración de los cadáveres.
La marcha a las cámaras de gas.