[4] Al igual que la versión anterior del sombrero, este era un estilo decorativo adecuado para momentos de ocasión.
Un informe de moda en 1938 describió un modelo en estilo eduardiano con plumas en azul índigo decorado con un pájaro alado como ideal para las "ocasiones más de gala o el teatro".
[5] Más tarde ese mismo año, el periódico informó sobre una nueva moda para sombreros de muñeca vívidos en fucsia, violeta o azul florentino llevados con atuendos completamente negros.
[6] La popularidad del sombrero en miniatura continuó durante la Segunda Guerra Mundial.
Variaciones de la boina, el canotier y el bombín fueron introducidas– junto con los sombreros en miniatura inclinados hacia delante.