El destino del carbón era la fábrica que la empresa belga tenía en Torrelavega, Cantabria.
A mediados del siglo XX se construye un nuevo barrio, La Pedrera.
El poblado fue dotado de diferentes servicios, desde hospital a centros de ocio como cine e incluso en los años 60 la academia Solvay, para preparar alumnos en comercio y bachiller elemental.
Se desarrollaron principalmente dos grandes hileras de viviendas que siguen la estética industrial con ladrillo visto y ventanas con contraventanas de madera que en algunos casos se conservan.
El poblado se conserva hoy no sólo como un lugar residencial sino también como un interesante ejemplo de patrimonio industrial asturiano.