Parece ser que el obispo de entonces mandó censar todas las propiedades, bienes, jurisdicción de mitra, constituciones eclesiásticas, etc., así como un Estadismo Diocesano en el que aparecieran inventariadas todas las iglesias con su demarcación.En la confección de este parroquial el amanuense o copista del obispo (que tenía varios), utilizaron información suministrada por el clérigo responsable de la Parroquia, iglesias, arciprestazgos, etc. De todas las iglesias que se citaron, algunas no correspondían a parroquias propiamente dichas, pues muchas eran abadías o monasterios solo de nombre, pues sus fundadores, generalmente del mundo laico les habían dado el título para así ganar prestigio y al tiempo, eximirlas de obligaciones fiscales.El otro conflicto más importante, a finales del XIX, fue la pérdida total de las colonias españolas en el continente americano.[7] En mayo de 1812 el General Bonet empieza a sufrir bajas importantes por la agresión sistemática de la guerrilla asturiana, llegando a producir en su ejército una profunda erosión, algo que le conduciría al abandono la región para continuar la lucha en otros frentes.Aquí el Ayuntamiento concedió una renta de dos reales a seis soldados que quedaron alguna minusvalía en esa contienda.Durante el siglo XVIII comienza una verdadera transformación en la parroquia de Lieres, algo que va a afectar no solo a ella sino al concejo en general: el comienzo de la explotación del carbón.Según cuenta Fermín Canella, es en Siero donde se empiezan a realizar las primeras explotaciones carboníferas de Asturias.La empresa no accedió y compró las minas a dos supuestos descubridores lo que originó un largo litigio.En 1836 se reanudan los trabajos en Lieres y también empiezan a llegar compañías extranjeras.Posteriormente sería comprada en 1903 por la sociedad belga con sede en Bruselas Solvay & Cie.El transporte de viajeros por carretera es explotado por las empresas ALSA y Autos Sama S.A.