Sofía Moro

Ha trabajado para distintos medios de comunicación como Matador, El País Semanal o Vanity Fair.

Cuenta con tres monografías publicadas y numerosas exposiciones en las que se expone su trabajo.

[1]​[2]​ Socialmente comprometida desde sus primeros trabajos en 1992, desde el año 2000 ha desarrollado su carrera profesional como fotógrafa freelance centrándose en el retrato editorial para diversos medios y desarrollando paralelamente proyectos más personales que giran en torno a la justicia social y los derechos humanos.

[1]​ Sobre esta etapa afirma que "fue un lujo estudiar allí durante dos años, porque la mayoría de fotógrafos españoles eran autodidactas".

Ese mismo año viajó a Guatemala para fotografiar un proyecto hospitalario para la ONG Direct Relief International y allí conoció a José Manuel Navia, un encuentro fundamental en su trayectoria fotográfica.

Durante esta época, en la que realiza mucha fotografía para prensa y revistas, se propone hacer por lo menos un trabajo al año del que yo se sintiera orgullosa, dedicando así un mes al año a un reportaje grande o algún proyecto de su interés.

Sofía comenzó esta serie con una Mamiya de 6 x 4,5 prestada y continuó con una Hasselblad de segunda mano, comprada gracias a la dotación de la beca FotoPres que, junto a su trabajo en Cover y algunos trabajos de foto fija en cine, fueron claves para poder terminar esta serie, ya que ninguna revista se interesó por las fotografías y nunca consiguió vender ningún reportaje sobre esta historia.

[8]​ A nivel técnico, la elección del chasis 4,5 determinó que el formato de las fotografías no fuera cuadrado.

En relación con este trabajo, Sofía realiza en paralelo una serie de retratos sobre las Brigadas Internacionales, con los que planea editar un libro pronto.

Ese mismo año, participó en ARCO Madrid 2010 y ganó el Primer Premio de Retrato del concurso Foto-Nikon.

En 2014 volvió a exponer en PHotoEspaña 2014[6]​ y elaboró el reportaje fotográfico Su coraje, nuestro compromiso para Red Acoge, trabajo que recoge los testimonios de personas víctimas de discriminación racial, étnica o religiosa.

[4]​[14]​ Desde 2010 tres de estas historias, junto con sus fotografías, se han publicado en El País Semanal.