Sofía es la tercera hija del zar Alejo I y su primera mujer María Miloslávskaya.
Sofía trató por muchos medios impedir este doble reinado, que sería regentado por Natalia Narýshkina, la viuda de su padre.
Pero los rebeldes streltsí esperaban derrocar a Sofía y nombrar regente al príncipe Iván Jovanski (estos hechos se narran en la ópera Jovánschina de Músorgski).
La zarevna Sofía Alekséievna instaló a Vasili Golitsin como primer ministro del gobierno.
Finalmente Sofía Alekséievna logra suprimir la rebelión con la ayuda de Fiódor Shaklovityi, que sucede a Jovanski como jefe del ejército moscovita.
Durante su regencia, hizo algunas concesiones a los burgueses y atenuó las penas para los siervos fugitivos lo que causó una gran insatisfacción entre la nobleza.
Cuando Sofía acordó su rendición ante los boyardos más ancianos, fue puesta bajo arresto domiciliario y obligada a retirarse en el Monasterio Novodévichi, sin embargo no tomó los hábitos.
Los Doce Artículos fueron creados por la princesa Sofía Alekseyévna Románova como respuesta al cisma que se estaba realizando en la Iglesia ortodoxa rusa.
Los artículos no resultaron con el exterminio completo de los viejos creyentes, una parte significativa se dispersó por toda Rusia, algunos abandonaron el país y otros fueron ejecutados o mandados a Siberia.